El hombre de quien me enamoré, no es el típico hombre que te escribe cartas de amor, no es el hombre que te manda flores, no es el que te abre la puerta del auto, tampoco es el que pasa todo el día llenándote de frases lindas, o buscándote por todas partes. Más bien, él te demuestra su amor con una mirada, con su tacto, con sus caricias... Es que él puede transmitir lo que siente a través de un beso, esa magia que circula entre nuestros labios, esa magia se llama amor. Él transmite su amor al hacerme el amor, quedándose recostado al lado mío cuando terminamos de hacerlo, cuando lo descubro mirándome, me transmite su amor compartiendo conmigo todo lo que tiene, lo transmite por su sinceridad, por ser directo y decirme las cosas como son, por no sobreprotegerme, porque sabe que soy una mujer fuerte y capaz, me transmite su amor dándome mi espacio, ese mismo espacio que me hace volver donde él.