Los seres humanos somos como la luna, ¿Por qué? me preguntó. Le contesté que habían dos razones, la primera razón, sin certeza alguna de lo que estaba hablando, le dije: Porque siempre cambia. Y la segunda razón, es porque está llena de misterios. Después me preguntó, ¿Y por qué bajo el Sol?, con una pequeña sonrisa le respondí: Porque siempre hay alguien más grande que nosotros, lleno de luz, que nos inspira a crecer.
Copiapó-Chile